Mi reto de enero: amigurumis

La gente suele empezar el año nuevo con propósitos. Pequeños grandes cambios que van a mejorar su vida o su salud y que suele cumplir las dos primeras semanas. Algunos, incluso, hasta tres. Yo he pasado por eso unas veinte veces. Y siempre se han esfumado cuando he vuelto a la rutina tras las fiestas.
Pero este año me he propuesto algo diferente: retos. Me he retado a mí misma a cumplir una meta. Bueno, unas cuantas metas. Me he propuesto un reto diario, relacionado con la salud y que cambiará cada mes; un reto mensual, que consistirá en aprender algo nuevo; uno trimestral, que tendrá que ver con la organización; y uno semestral, que es algo que persigo desde hace tres años.

Balance del primer mes: muy positivo.
Reto diario: comer una pieza de fruta al día.
Días con resultado positivo: 30/31. El día 20 comí tarta, tarta y más tarta.
Observaciones: al tercer día se apuntó mi hija.

Reto mensual: debo practicar más, pero no ha quedado mal.
Tarea aprendida: hacer un amigurimi.
Observaciones: la próxima vez, si uso  abalorios para los ojos, ponerlos al tejer la cabeza y no coserlos después.

Hace mucho que quería hacer uno, y Fimiki lo puso fácil estas navidades. Sé hacer algo de ganchillo (mi colección de pañuelos lo demuestra), pero no sé leer patrones. Y Aída Rico se lo curró mucho y no quise hacerle un feo. Así pues, aquí está mi Tiritón.

Cuco, ¿verdad?

Por si te animas, de veras que Aída lo explica muy bien, aquí tienes los enlaces de los vídeos:
Vídeo 1
Vídeo 2
Vídeo 3